La portera del sénior femenino de la A.E. Penya Esplugues, Nerea Vilalta (Barcelona, 22 años), tiene claro que el equipo está haciendo una temporada muy ilusionante y que el objetivo es llegar a jugar la Copa de España. Es fisioterapeuta.
Define el fútbol sala como una forma de vivir.
Formada en la cantera del Esportiu Rubí, equipo con el que debutó en 1ª división muy joven, milita en la Penya Esplugues desde la temporada 2017-18. Nerea Vilalta ha sido campeona de España 2012 con la selección catalana sub-17, y campeona de la Copa Cataluña 2015 (Esportiu Rubí), y 2017 y 2018 (AE Penya Esplugues). En 2015 fue galardonada como mejor jugadora de fútbol sala en la Gala de las Estrellas de la Federación Catalana de Fútbol. También ha sido convocada con la selección española absoluta.
Esta es tu 2ª temporada en la A.E. Penya Esplugues. ¿Cómo ves el equipo y cómo valoras su trayectoria?
Creo que tenemos un equipo muy equilibrado con juventud, experiencia y calidad. A pesar de ser uno de los equipos más jóvenes de la categoría tenemos jugadoras con mucha experiencia en la categoría y eso siempre es un aspecto positivo. Respecto a nuestra trayectoria creo que hemos empezado una temporada muy ilusionante intentando competir siempre contra todos los equipos que tenemos delante y dando siempre el máximo.
¿Cuáles son tus objetivos con la A.E. Penya Esplugues, tanto individuales, como colectivos?
A nivel individual siempre procuro dar el máximo de mí. Intento llegar siempre al mejor nivel dentro de la pista para ayudar al equipo siempre que me necesite. Y a nivel grupal creo que después de quedarnos a las puertas el año pasado, esta temporada queremos luchar por entrar en Copa.
¿Qué representa para ti jugar a Fútbol Sala?
Para mí el fútbol sala siempre ha sido una forma de vivir. Desde pequeña aprendí unos valores y una disciplina que he podido aplicar a muchos aspectos de mi vida. Es un pilar muy importante para mí y por el que intento dar siempre el máximo posible.
¿Qué tiene de especial ser portera? ¿Qué te decidió a serlo?
Siempre que me preguntan porque decidí ser portera me cuesta encontrar el motivo. Cuando llegué al equipo con 9 años no tenían portera y yo de forma inconsciente acepté el reto. Unos cuantos años después me alegro mucho de haber tenido ese instinto totalmente inconsciente porque ahora mismo es lo que más me gusta hacer. Para mí la posición de guardameta es muy especial y requiere mucho más que parar una pelota. Creo que tienes que trabajar mucho la parte psicológica y emocional. A todo el mundo le gusta el momento de celebrar un gol pero para mí el momento de hacer una parada decisiva o una intervención en un momento complicado del partido es una sensación increíble.
La temporada 14-15 fuiste elegida mejor jugadora en la Gala de las Estrellas de la F.C.F. ¿Qué significó para ti?
Fue uno de los mejores momentos de mi vida. En general el 2015 fue un año increíble, donde cumplí muchos de los sueños que tenía desde pequeña. Pero, además, recibir un premio de estas dimensiones entre tantas jugadoras, con el alto nivel que hay en Cataluña, fue todo un orgullo. Para mí fue muy emocionante que una portera pudiera ser reconocida de esta manera. Esto me hizo ver que con trabajo, sacrificio y esfuerzo no hay límites.
Servicio de Comunicación de A.E. Penya Esplugues