La Selección Española se marcha de San Juan del Puerto mereciendo más premio. Las chicas de Clàudia Pons dominaron, crearon y arriesgaron. Sin embargo, Portugal supo aguantar, defender y toparse con la fortuna.
Este es un pulso entre la paciencia y las prisas. La tranquilidad y el alboroto. Con dos planteamientos bien distintos, españolas y portuguesas saltan a la pista azul de San Juan del Puerto. La derrota encajada horas antes, condiciona en parte a Portugal. Si ayer se fueron sin marcar, hoy parecen un tanto ansiosas por hacerlo. Mientras las Selección Española elabora, las visitantes no dudan en recurrir al juego directo, esperando que Lidia Moreira les devuelva mucho más de lo que sus compañeras le ofrecen.
A medida que la cuenta atrás decrece, lo que aumenta son los problemas para el combinado luso. Problemas con nombre propio. Berta y Amelia son las primeras en probar suerte. Ampi también se atreve en el uno contra uno. Noelia Montoro lo intenta desde lejos. Peque recurre a su particular arrancada y define de potente lanzamiento. Son avisos de lo que está por venir. Un festival de buen hacer colectivo, apoyado en magníficas acciones individuales.
Cumplido el cuarto de hora, la capitana Anita Luján tira de galones y les muestra el camino a sus compañeras. Solo hay que creérselo. Y vaya si lo hace. Antes de recibir ya lo tiene claro, porque pide la pelota con decisión. Lo va a intentar. Recibe en tres cuartos de cancha, se escora hacia la línea lateral, encara a su par, atrae a la cobertura defensiva y cuando Sara Wallace quiere que se le haga de noche, la jugadora española cede a Consu, que solo tiene que empujar el cuero más allá de la línea de gol.
Es evidente que el tanto permite a las de Clàudia Pons sacar lo mejor de sí mismas. Peque se suelta y cerca anda de llevar su nombre al marcador. No importa, porque quien sí lo hace es Vanessa Sotelo. Aunque el premio lleva la firma de Ampi. Un auténtico golazo que nace de un excelente control orientado. Si a su rapidísima zancada le añade una bicicleta antológica, el resultado es inmejorable: pase al segundo palo, donde Vanessa Sotelo aparece con su habitual oportunismo y solvencia anotadora.
La verdad es que las portuguesas no están finas. Se las ve incómodas durante todo el partido. Precipitadas e imprecisas. Pero eso no quiere decir que bajen los brazos. Ana Catarina los tiene bien en alto, porque mantiene a flote a su equipo y permite a Portugal seguir creyendo. Tras una buena parada, las visitantes recortan distancias en el saque de banda. Ana Azevedo empuja dentro un balón interior. A partir de este momento, Marta Balbuena se convierte en protagonista. Detiene, repele y desvía varias balones que van dentro. Las acometidas se intensifican en los minutos finales. Se ponen de cinco y España estrella un balón en el palo. Sin embargo, las lusas aprovechan una jugada con varios rebotes al borde del área. Carla Vanessa golpea desde la frontal y encuentra la red.
La Selección Española no quiere las tablas y Peque hace de portera-jugadora en los últimos segundos. A pesar de la insistencia, el partido finaliza con empate a dos. Ambos conjuntos vuelven a dejar claro sobre la pista todo el fútbol sala que llevan dentro.
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