Cèlia Catà (Jugadora de A.E. Penya Esplugues): “Nos espera un tramo final de liga complicado pero jugaremos nuestras cartas”
La jugadora de la Penya Esplugues Cèlia Catà (Mataró, 22 años) asegura que afrontan el tramo final de la liga con la misma idea que han enfocado toda la temporada: competir cada partido.
Cèlia Catà (cierre) considera que el equipo trabaja duro cada día para llegar tan alto como puedan. Se inició en el fútbol sala en el CE Futsal Mataró. Antes de debutar en 1ª división con el mítico FS Gironella hace seis temporadas, también lució los colores del CE Arenys de Munt. Graduada en Fisioterapia por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), cursa actualmente un Master en Fisioterapia Deportiva y Readaptación a la Actividad Física en la Escola Universitària Gimbernat (EUG). Cèlia Catà, que no entiende la vida sin el deporte, ha ganado la Copa Catalunya 2014 (FS Gironella), y 2016, 2017 y 2018 (AE Penya Esplugues), y anteriormente el Campeonato de España sub-17 con la selección catalana.
Acabáis de entrar en la recta final de la liga. ¿Con qué perspectiva la afrontáis?
La afrontamos con la misma idea que hemos enfocado toda la temporada: competir cada partido. Sabemos que a priori nos espera un tramo final de liga complicado pero jugaremos nuestras cartas con el objetivo de sacar los mejores resultados. Será difícil. Ahora es cuando todos los equipos nos disputamos cosas: el título de Liga, la participación en la Copa o la permanencia. Y aquí nadie regala nada.
Sois un equipo experimentado pero muy joven. ¿Qué proyección de futuro le ves? ¿Llegará el día en que un equipo catalán gane la Copa o incluso la Liga?
A pesar de la media de edad tan baja del equipo, tenemos la suerte de llevar ya unas cuantas temporadas juntas en la categoría, conservando desde hace ya tres años un mismo bloque de jugadoras al que se han ido sumando nuevas incorporaciones por las bajas que se producen a final de temporada. La continuidad del grupo no garantiza ningún éxito, pero facilita la compenetración y la manera de trabajar. También hemos tenido buenos entrenadores, y eso ayuda. De cara al futuro, quien sabe… nosotras trabajamos cada día para poder llegar tan alto como podamos. ¡Ojalá ganar algún día la Copa de España o la Liga! De momento, sin embargo, estos dos hitos nos quedan un poco lejos. A pesar de ello, espero que algún día un equipo catalán se alce con el título de Liga o con el de Copa. Si tengo la suerte de formar parte de él, fantástico; si no es así, me alegraré tanto o más que si estuviera. El nivel del fútbol sala femenino catalán ha mejorado, al menos en la base. Lo observamos si echamos un vistazo a los campeonatos de selecciones autonómicas y de clubes de los últimos años. Ahora falta que estas jugadoras que suben quieran seguir jugando, mejorando y compitiendo para llegar, tal vez algún día, a la máxima categoría. De todos modos, a nivel senior, Cataluña todavía está un peldaño por debajo de muchas comunidades. Lo que también nos diferencia de la mayoría de equipos de la 1ª división son las condiciones y los recursos. A nivel económico y estructural partimos en una clara desventaja. Posiblemente, hasta que esto no se iguale, no podremos disputar una temporada entera de tú a tú contra los equipos grandes.
Eres cierre y ahora mismo eres la máxima goleadora del equipo. ¿Cómo se explica?
Yo intento ayudar al equipo en todo lo que puedo, y si es haciendo goles, pues bienvenidos sean. Me gusta marcar y estoy contenta de haber hecho todos estos goles, pero para mí ser la máxima goleadora del equipo es un hecho anecdótico. La posición en la pista no tiene por qué ser condicionante de los goles que se pueden aportar. Se dan muchas situaciones del juego como la estrategia o las llegadas de la segunda línea en las transiciones que facilitan las finalizaciones de jugadoras que a priori juegan más atrasadas. No nos caracterizamos por ser un conjunto muy goleador y tampoco tenemos una jugadora que marque las diferencias en esta faceta. Es un aspecto que está bastante repartido entre todas.
¿Cuáles son tus retos personales como jugadora, tanto para esta temporada como para las que vengan después?
A nivel personal mi reto es superarme, querer ser mejor que la Cèlia de ayer, la de hace un mes y la de la temporada pasada. Soy muy exigente conmigo misma porque entiendo la competición de esta manera y también porque creo que de la mejora individual de cada jugadora siempre se beneficia el equipo.
¿Sin ser profesional, que hace que sacrifiques tantas horas y todos los fines de semana viajando por España desde hace tantos años?
Desde muy pequeña he estado vinculada al deporte, sobre todo al deporte de equipo. Esto me ha hecho aprender valores como el compromiso, la disciplina y el trabajo en equipo. Me ha hecho ser quien soy. No sabría entender la vida sin el deporte. Poder jugar en la máxima categoría del fútbol sala para mí es ilusionante y emocionante. Por lo tanto, me lo tomo más como un gran esfuerzo que un sacrificio. Si lo que quiero es jugar al máximo nivel, eso es lo que hay. Al final nosotras elegimos, no nos obliga nadie a estar aquí. Lo hago porque me compensa, me llena y me lo paso bien. Cuando no me compense y deje de sentir nervios en el estómago antes de cada partido, habrá llegado el momento de dejarlo. De momento, sigo poniéndome nerviosa como el primer día antes de salir a la pista.
Hoy se habla más que nunca del deporte femenino y de sus logros. ¿Qué le falta al fútbol sala femenino para equipararse con el masculino? ¿Y qué le falta para ser olímpico?
Le faltan principalmente tres cosas: la visibilidad, los recursos y la profesionalización. Estos tres aspectos están vinculados. La visibilidad lleva al interés por parte de terceros, estos apuestan por los equipos y aportan recursos, con los recursos se pueden mejorar las condiciones de las jugadoras y avanzar hacia la profesionalización. Este año se ha dado un gran paso adelante con la disputa de la primera Eurocopa femenina oficial organizada por la UEFA y ganada por la selección española, pero aún queda mucho camino por recorrer. Con respecto al tema del reconocimiento olímpico, creo que es muy complicado. Pero, siendo optimistas, en los pasados Juegos Olímpicos de la Juventud celebrados en Buenos Aires se optó por dar cabida al fútbol sala, siendo una de las disciplinas más seguidas por los espectadores. Siempre puede ser que llegue a ser uno de los ‘deportes invitados’ que elige la organización. ¡Ojalá llegue el día en que disfrutemos del fútbol sala olímpico, no perdamos la esperanza!